Rejuvenecer a precio de oro

Los postulados de un libro que por diez euros te hace perder kilogramos y se titula El procedimiento Dukan no pasan por la psique de ricos y conocidos de todo el planeta que desde hace 5 años convergen en una clínica de bienestar próxima a Altea (Alicante). Tiene por nombre SHA Wellness Clinic (SHA en nipón significa iluminación y se pronuncia igual en todos y cada uno de los idiomas).
Acá no hay alcohol ni carne roja, ni esas cantidades proteicas que proclama Dukan. Las proteínas salen de hongos, legumbres y algas en programas macrobióticos que fluctúan entre los quinientos y los seis mil euros. Su lista de clientes del servicio estrella va de Barbra Streisand a Naomi Campbell pasando por Alejandro Sanz, Elsa Pataky, Isabel Preysler, Julio Iglesias, Andrés Velencoso y Kylie Minogue, y consortes de la política con especial modo de vida, como la jequesa de Qatar o bien Svetlana Medvédeva (señora de Medvédev).
En su tienda adquieren artículos antienvejecimiento tan potentes como Immun´Âge, fabricado a base de papaya fermentada, o bien adquieren los ingredientes para sus clases de cocina: quinua, nabo daikon, seta shiitake, alga nori o bien jengibre. En sus corredores, repostan aspirando oxígeno puro o bien depurándose con uno de los más de 100 tés adaptados que día tras día ofrece uno de los 3 empleados por huésped, que entienden más de treinta nacionalidades diferentes en un hotel de gran lujo que en este quinquenio ha recibido a quince visitantes de los que más o menos el treinta por ciento repite experiencia.
Todo comenzó como un plan de difusión promovido por la esplendidez intelectual de Velia Lemel, su creadora. Esta empresaria propietaria de Clinia Lemel, que tenía su casa de verano justo donde el día de hoy se levanta SHA, fue curada (siguiendo el término holístico de la salud que proclama la medicina natural) de una enfermedad crónica muy grave que afectaba a su aparato digestivo: “Al curar estaba tan agradecido y convulsionado por estas terapias naturales que deseé que la mayor parte de la población, que las ignora, se aproximase a ellas para llevar una vida más saludable y mejor. Conque transformé mi casa en una suerte de hotel, clínica y escuela en la que aprender a vivir de la misma forma que me habían salvado la vida”.

Pudiendo haber caído por la pendiente del hippismo, Bataller prefirió comprender sus 5 pabellones como un sitio único cargado de lujos que no se ven mas que transmiten relax: un ambientador lemongrass exclusivo, el sonido de una catarata de diez metros que se escucha en el hall o bien una piscina infinity con vistas a Sierra Helada, el pico Puig Campana, Benidorm y la Bahía de Altea.
Y ante su éxito, once países han pedido tener un SHA; mas Bataller, que afirma que su proyecto es “más del corazón que de la cabeza” se centra de momento en acabar lo ya comenzado y ha comprado el chalé anexo para ampliar la zona de spa. Asimismo tiene un proyecto con el municipio de Alfaz del Pi para edificar un huerto de agricultura orgánica que provea al restaurant SHAMADI, a cargo de un equipo de chefs acólitos de Ferran Adrià (quien pasó una temporada allá cuando decidió cerrar El Bulli) y que ofrece una carta con productos orgánicos adaptada para la dieta de cada cliente del servicio.
Cuentan que una señora asistió a SHA para acudir a unas conferencias y le agradó tanto que decidió darse el lujo de dormir en uno de los canapés perfectos para el reposo con sábanas de algodón de setecientos hilos que tienen acá ( la noche puede valer desde doscientos treinta euros en individual y doscientos noventa la doble a una royal suite de seis mil) Tras pasar la noche decidió ahorrar a lo largo de un año para regresar 5 días y abandonar a los 15 que pasaba en su precedente destino por exactamente el mismo costo.
Al final esto de los destinos es algo cultural y de bolsillo, mas lo que no cuesta ni lo que Dukan solicita por su libro es la información que SHA comparte en las redes sociales. A su SHA TV y su weblog Procedimiento SHA, cargados de recetas, trucos, suman tienda on line con exactamente los mismos productos que tienen en este remanso de paz con toque digital en el que hasta la clave de acceso de wi-fi es saludable: HEALTHANDWELLNESS, todo junto y en mayúsculas.